El Ciruja


CREACION DE "EL CIRUJA"

Una tarde del 12 de Agosto de 1926, en el café "El Nacional", Ernesto Natividad de la Cruz propuso el desafío entre los amigos: ¿quien se anima a hacer la letra más rea y lunfarda como no hubiera otra? Francisco Alfredo Marino, recogió el guante y dijo que se animaba a escribirla. Marino dijo, "denme unos minutos y verán".

Un par de horas le bastaron, fue como un sino, las musas acudieron a su inspiración, los músicos y amigos rodeaban la mesa del café, ansiosos, expectantes y alentando, a viva voz se pasaban los versos que iban surgiendo y los iban anotando en las servilletas del café. Los mozos se acercaban a ratos a preguntar
- Y, Marino, ¿como va?
Los versos como eslabones se encadenaban cual obra de orfebre resultando así esta joya de la poesía lunfarda.
-¡Listo! ¡Terminada! - grito Marino.


Se la dio a leer al "Negro" de la Cruz quien, asombrado por la riqueza del léxico, lo hizo en la mesa y en voz alta, en presencia de músicos y parroquianos, circularon murmullos y gestos de aprobación entre todos.

De la Cruz tomó su bandoneón y ahí nomás comenzó a arrancarle los pasionales compases de esta melodía.

Alguna vez comentó de la Cruz:
- No creo nunca haber realizado una música en tan poco tiempo, parecía que me dictaban las frases y yo solo las ejecutaba.

A Pablo Gómez fue a quien se le ocurrió el titulo de "El Ciruja".

El mismo día lo estrenó el cantor Pablo Eduardo Gómez, aun no siendo su vocalista, acompañado por la Orquesta Típica de Ernesto de la Cruz, en el palquito del Café "EL NACIONAL".

Es la Letra Lunfarda por excelencia, de toda la historia del tango, a pesar de los dichos de Gobello: "Si El Ciruja constituye un hito en la historia del tango, ello no se debe a la anécdota que narra, ni tampoco a la difusión singular que alcanzó -en cinco meses se vendieron 150.000 partituras-, sino a la pureza de su estilo. Se lo considera como el tango lunfardesco por excelencia. Es posible que lo sea aunque, en tal caso, compartiría esa distinción con Uno y Uno, de Lorenzo Traverso".

Claro que Gobello no toma en cuenta que Traverso escribió su letra tres años después, seguramente inspirado por el estilo que impusiera mi abuelo.

Después de la Cumparsita, es la obra tanguera con más registros fonográficos y ediciones de letra y partituras.

Cada noche que Francisco Alfredo actuaba en "El Nacional", recibía el llamado telefónico de su novia, (mi abuela), Rosita, (Rosa Gioia), quien escuchaba así fascinada los valses que le dedicaba mi abuelo, hecho que era festejado por sus amigos, colegas y hasta el propio dueño del local.


El Ciruja (Tango)
Letra: Francisco Alfredo Marino
Música: Ernesto de la Cruz



Óleo, Clara Luz Parodi


Óleo Carlos Cañás
Como con bronca y junando
de rabo de ojo a un costado
sus pasos ha encaminado
derecho pa'l arrabal.
Lo lleva el presentimiento
de que en aquel potrerito
no existe ya el bulincito
que fue su único ideal.

Recordaba aquellas horas de garufa
cuando "minga" de laburo se pasaba,
meta "punguia" al codillo "escolaseaba"
y en los burros se ligaba un metejón.
Cuando no era tan "junao" por los "tiras"
la lanceaba sin tener el "mangiamiento",
una mina le "solfeaba" todo el "vento"
y jugó con su pasión.

Era un "mosaico" diquero
que "yugaba" de quemera,
hija de una curandera,
"Mechera" de profesión.
Pero vivia engrupida
de un "Cafiolo vidalita"
y le pasaba la guita
que le "chacaba" al matón.

Frente a frente, dando muestras de coraje
los dos "guapos" se trenzaron en el bajo,
y el Ciruja, que era listo para el tajo,
al "Cafiolo" le cobró caro su amor.
Hoy ya libre 'e la gayola y sin la mina,
campaneando un cacho 'e sol en la "vedera",
piensa un rato en el amor de la quemera
y solloza en su dolor.

PARTITURAS JULIO KORN, "EL CIRUJA".



El compositor Ernesto "El Negro" de la Cruz, llevó a don Julio el original de la partitura con la música que compusiera para los versos de "El Ciruja" que escribiera Francisco Alfredo Marino.

Don Julio Korn al leer nomás la primer estrofa en lunfardo:


Como con bronca, y junando
de rabo de ojo a un costado...
...................................................
...no existe ya el bulincito
que fue su único ideal.

Korn puso cara de no dar crédito a lo que veía y le dijo a de la Cruz que no podía publicar eso.

Ante la perseverante insistencia de El Negro, don Julio accedió a arriesgar la suma de 30 $ para una tirada de 500 copias que si bien era dinero, no era una cantidad demasiado importante.

El éxito fue rotundo e inmediata la repercusión popular desde el mes de Agosto hasta Diciembre de 1926 se vendieron 150.000 ejemplares del tango "El Ciruja" y se llegaron a vender cerca de un millón de partituras en varias ediciones.

Entre 1926 y 1927 lo grabaron varios de los "Grandes", como Maglio, Canaro, Fresedo, Firpo, Gardel, Corsini y Rosita Quiroga.


Nota: La imagen de Héctor Jorge Marino que aparece en esta página está protegida por copyright y no puede ser reproducida sin expresa autorización.

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